Las disputas sobre la adaptación al contexto son totalmente artificiales en momentos en que todo contexto local pretende ser también global y donde la firma del arquitecto simboliza ese cambio de escala. Local o global, el contexto no es más que una excusa con metáfora, una metáfora sin otro referente que la arquitectura propiamente dicha. ¡Fuck the context! exclamó Rem Koolhas