Un disco que era esperado por muchos, pero que en realidad nunca pensé en escuchar con atención ya que suponía que estaría totalmente bombardeado por su música a través de la televisión y la radio, pero que finalmente me decidí a darle una oportunidad, a ver qué tal. Un par de veces había escuchado Vertigo, y pensaba que si aquella era una muestra representativa del disco, al cabo de un par de días ya lo habría dejado de lado: en realidad, parecía una copia de Elevation, la canción que hace ya un tiempo ocuparon para la banda sonora de Tomb Raider 2 (que dicho sea de paso, no tiene nada de buena aparte de Angelina Jolie) y saturó la programación de radios y canales de televisión por mucho tiempo más del que valía la pena —dentro de todo, no era una mala canción, pero sí muy “sobre-explotada”. En fin… así era como veía How to dismantle an atomic bomb, hasta que tuve la suerte de escuchar Sometimes you can’t make it on your own, segundo single promocional del disco, un corte que en mi opinión es mucho más representativo del disco en su totalidad, tanto en su sonoridad como en su tono: mucho más íntimo, cálido, definitivamente melancólico. Creo que en definitiva esos serían los calificativos más apropiados para describir el sonido de este disco, que por momentos se llega a parecer mucho a la primera recopilación de éxitos de U2 (The Best Of 1980-1990), principalmente ya que en este disco U2 explota a U2, en el sentido de que sacan provecho a todas aquellas marcas distintivas de su música; lo único malo de esto es que How to dismantle an atomic bomb dista mucho de ser un disco innovador o propositivo, lo bueno, es que da gusto escuchar a U2 haciendo lo que mejor saben hacer.