felipe.lavin.blog

On making stuff with code. And making code to do stuff.

Impuesto al optimismo

Generalmente, pienso en los viajes en taxi como una golosina.

Pero no siempre.

Alrededor de las 1:00 AM en Halloween, llamé un taxi junto a una amiga. “Conduzca hasta el frontis de este edificio. ¿Puede dejar el taxímetro corriendo mientras voy adentro para decirle a nuestros amigos que nos fuimos? Gracias… muchas gracias.”

Unos minutos después, el taxista le dijo a mi amiga que corriera adentro para buscarme porque estaba apurado y tenía a alguien esperando.

Cuando se bajó del taxi para buscarme, el taxista partió.

Con mi mochila en el asiento. Una mochila con…

  • mi dinero
  • licencia de conducir
  • tarjeta del cajero electrónico
  • llaves de mi casa
  • provisiones de Halloween
  • y una cámara digital.

Auch. Alrededor de $500 en cosas y líos.

¿Qué es lo que hago entonces? Ni siquiera sé qué compañía de taxis era.

Mi amiga se sintió muy mal. Dijo, “supongo que necesito aprender a confiar menos en las personas.”

Ouch. Eso suena terrible.

Perder la confianza es mucho peor que perder algunas cosas.

Así que es de este modo que estoy viendo todo esto:

Gastar $500 de vez en cuando es un pequeño precio a pagar para ser capaz de continuar confiando en las personas.

Puedo tener otra licencia de conductor. Tengo otra cámara. Tengo más dinero. Puedo comprar más lápiz labial rosado barato.

Consideraré a esta pérdida como parte de mi impuesto al optimismo. Esporádicamente pago esta tarifa (cuando las personas se aprovechan de mi confianza en la bondad) a cambio de libertad optimista.

Estaría menos a riesgo si es que me concentrara más en lo negativo. “¿Y si pasa _______?” Pero no vale la pena. El costo a mi calidad de vida (al preocuparme más) es mucho más caro que el costo de perder algunas cosas.

Aún así, cuando ya todo está dicho y hecho, creo que prefiero dulce a travesura.

http://www.cockybastard.com/wrds/99/1031.htm, vía ma.tt