Night on my side es el disco debut de la irlandesa Gemma Hayes, que a través de 12 canciones (en la edición europea) presenta un estilo bien cuidado y agradable desde la primera escucha.
El sonido del disco es en gran parte electroacústico, sin más arreglos que los necesarios para lograr la atmósfera de cada canción (algunos toques de orquestación en un par de canciones), que en su conjunto configuran un set cercano al folk-rock en cuanto a su musicalidad y al indie en cuanto a la extensión que las canciones de Hayes cubren —I let a good thing go podría ser, en este sentido, una de las pistas que produce un relieve más destacado en el recorrido del disco, rompiendo la seguidilla de canciones suaves y relajadas, mientras que Ran for miles (inmediatamente posterior) presenta un contrapunto que evoca una melancolía más teñida de tristeza que de culpa o reflexión.
A mi juicio, Night on my side ha constituido una agradable sorpresa. Si bien como disco puede no ser imprescindible, algunas de sus canciones logran enroscarse muy profundamente en el oído y ciertas sensibilidades.