Muchas veces se dice que las mejores grabaciones de un artista nunca llegan a un disco, quedando sepultadas entre pilas de registros de ensayos y tomas descartadas… casi la misma cantidad de veces uno podría decir que esto no es más que esnobismo de fanático, pero en el caso de Burning Desire, afirmar eso sería un tremendo error.
Este disco está conformado por 8 pistas que corresponden a tomas de ensayos, demos y sesiones de improvisación en el estudio grabados entre 1969 y 1970, muestran a todas luces porqué muchas veces se reconoce a Jimi Hendrix como el guitarrista de rock más grande de todos los tiempos.
La recopilación, lanzada a fines del 2006, evidencia las influencias de Hendrix en un despliegue técnico impecable, donde no sólo el acid/rock sino también el blues y la psicodelia se van mezclando para dar forma a su estilo único e inigualable, ya sea en canciones de una duración “normal” (~4-5 minutos) o en extensos jams de 10 minutos o más en los que, admirablemente, nunca parece perder la conexión con la música que va creando sobre la marcha junto a su banda, jugando con melodías que recuerdan o prefiguran fragmentos que se encuentran también en sus grabaciones “oficiales”.
Un disco totalmente recomendable.