Algunos apuntes tras el terremoto que azotó a Chile el 27 de Febrero pasado.
Los sistemas de comunicación colapsaron minutos después del terremoto, en parte por los cortes de electricidad, en parte por la sobredemanda en las áreas donde aún había electricidad, y finalmente por los daños a las mismas redes. La desinformación sería evitable si existiera una estrategia comunicacional estatal que abarcara tanto el diseño y desarrollo de la infraestructura como la preparación y utilización de canales oficiales, creíbles y eficientes de información:
Tenemos celulares con 3G que se conectan a internet mientras envían mensajes de texto y traen cámara de fotos. El problema es que colapsa la red, te quedas sin electricidad para recargarlo luego de unas horas de uso y deja de cumplir su función de conectar, no sabes que está pasando. La madrugada del sábado vi como nos reuníamos en la oscuridad de las calles junto a los coches con radios a todo volumen para entender que estaba pasando, sin electricidad dependes del boca a boca de la gente y creeme que la gente habla todo lo que pueda, sin tener info confirmada. Las redes telefónicas son de las cosas que primero colapsan y dejan de funcionar como medio de comunicación — Christian Van Der Henst: Lecciones aprendidas de un desastre natural en tiempos de generaciones digitales (Maestros del Web)
Las deficiencias en la infraestructura de comunicaciones nos afectaron transversalmente, desde civiles a militares, a organismos de emergencia e incluso a la Presidenta. No podemos dejar el diseño y desarrollo de los sistemas de comunicación en manos únicamente del mercado, porque su estrategia es la de las utilidades y no la de las necesidades
No se puede improvisar un sistema de comunicación estratégica. Se requiere un criterio político y una acción sostenida en materia técnica y financiera de años. Es eso lo que no han hecho ni los gobiernos de la Concertación ni hicieron los militares, considerando que ellos gobernaron de facto 17 años, y que además terminaron privatizando la única base técnica sobre la cual se había estado trabajando muchos años antes — Santiago Escobar: Los que perdieron la guerra (El Mostrador)
Las tecnologías de “bajo nivel” aguantan mejor el golpe, pero resultan insuficientes a medida que pasa el tiempo; nuestras formas de consumir información han cambiado y usamos diversas fuentes de información para distintas necesidades informativas. Es necesario puentear tecnologías de distintas complejidades, niveles de acceso y penetración para formar sistemas redundantes de comunicación:
En este caso y aunque soy un gran fan de la Internet y toda la parafernalia de telecomunicaciones modernas, esperar que todos los chilenos tengan acceso a la ‘net en un momento de crisis es utópico, por lo tanto propongo volver a lo básico, la radio, aunque podemos contar con la Internet para juntar y transportar datos, siempre que usemos tecnología redundante — Ignacio Rodríguez: Alerta temprana: más vale tarde que nunca
Los canales oficiales de comunicaciones no estaban preparados y su respuesta fue torpe. Las fallas en la activación de alertas de tsunamis fueron trágicas y fatales; la pobre utilización de medios efectivos de comunicación (análogos y digitales) llevó a un ambiente de especulación y luego a la pérdida de credibilidad de organismos oficiales:
Han pasado 30 horas desde el terremoto en Chile y llama la atención el fracaso digital de las autoridades y servicios básicos en el uso de los medios digitales como canales efectivos para mantener a la población informada y sobre todo, para marcar presencia efectiva. Gran parte de las quejas de la población que escucho en radio o leo en Twitter (a través de #terremotochile) es la falta de comunicación, la carencia absoluta de una voz que lleve la calma y diga qué hacer a través de estos insuperables canales de comunicación — Jorge Barahona: El fracaso digital de las autoridades y los servicios básicos ante el terremoto en Chile
A medida que se reponían los servicios, las personas comenzaron a producir un flujo de información que los medios tradicionales intentaron (con mayor o menor éxito) canalizar y potenciar. Facebook y Twitter se convirtieron en importantes herramientas para establecer lazos de comunicación entre personas:
Los usuarios se han transformado en canales de comunicación independientes, con una frecuencia de publicación que no descansa, mientras la línea editorial de contingencia es clara: ayudar a expandir la información. Una dinámica que ha sido de gran apoyo a los medios de comunicación tradicionales que se han alimentado —en gran parte— de lo que los ciudadanos han querido compartir a través de sus propias redes sociales — Rodrigo Frías: Emergencia Chile. Emergencia Digital
Las iniciativas digitales que sucedieron fueron un aporte significativo en la organización contextual de la información, coordinación de la ayuda, búsqueda de personasrecolección de dinero y la canalización de informaciones oficiales.