Uno de los más grandes dolores de cabeza que tenía que soportar al estar sin internet era aguantarme la sorpresa de encontrar en mi cuenta de correo electrónico notificaciones por más de 200 comentarios recibidos en un día en este weblog, que, claro está, no respondían a ninguna explosión de fama ni mucho menos, sino a la exclusiva obra de algún ocioso spammer. Por eso, al darme cuenta de que a alguien se le había ocurrido inventar un plugin para moderar los comentarios que correspondieran con una lista de expresiones “prohibidas” (en otras palabras, una vil pero útil copia del MT-Blacklist), casi me puse a saltar en un pie de la alegría. Lamentablemente, y como estas cosas no pueden ser perfectas, ahora resulta que el dichoso plugin también está eliminando algunos comentarios que no debían haber sido borrados. Así que dos cosas: si comentas en este blog y tu comentario no aparece, no me eches la culpa a mí, sino al plugin; y si alguien sabe de alguna mejor forma de solucionar esto, que me lo diga (pueden usar el formulario de contacto para estar seguros de que reciba el dato, jeje ;))