Hot Fuss es el disco debut de The Killers, una banda estadounidense que con este trabajo ha logrado posicionarse entre los primeros lugares de los rankings, factor que les ha jugado más en contra que a favor, ya que suelen ser considerados tan sólo como un experimento comercial de corto plazo. Algo de verdad hay en esto: la imagen del grupo ha sido catapultada en gran medida como uno más de la gran cantidad de grupos “The… ” que han surgido últimamente, lo que se complementa con el hecho de que su sonido se inserta claramente dentro de lo que ha sido el “new wave revival”, el que ciertamente fue novedoso en su surgimiento (principalmente de la mano de The Strokes), pero que tras su explosión comercial ciertamente ha perdido su cuota de originalidad. Sin embargo, más allá de su éxito comercial y del inevitable rechazo que éste parece producir en muchos, The Killers logra aplicar la fórmula con gracia, produciendo un disco desechable, quizás, pero de muy buena calidad.
Las canciones de Hot Fuss son en su mayoría bien estructuradas y fáciles de escuchar, fáciles de recordar y de melodías pegajosas. No existe mucha variedad en el tono del disco, sino que su sonido es más bien muy definido, en el sentido de que no se aparta demasiado de los márgenes fijados por los singles promocionales que probablemente ya han escuchado: Mr. Brightside, Somebody Told Me y Smile like you mean it, canciones que sin lugar a dudas son los puntos más altos del disco junto a Jenny was a friend of mine, que abre el disco.
En general, un trabajo logrado, por medio de una fórmula quizás, pero logrado al fin y al cabo. Una relación adecuada de innovación, oportunismo y talento. Habría que esperar su segundo trabajo para ver en qué dirección se inclina esta balanza.