Soy de los que suelen obviar prefacios, prólogos y epílogos. Afortunadamente, no fue así con el prefacio a la edición castellana a “El Miedo a la Libertad” (E. Fromm, 1947, Paidós). Las páginas escritas por Gino Germani sirven de manera excelente como introducción no solamente al libro, sino también al modo de pensar y ver las cosas que motiva aquella reflexión. Entre estas palabras, un trozo destacado que habla sobre la naturaleza de la democracia:
[…] la estabilidad y la expansión ulterior de la democracia dependen de la capacidad de autogobierno por parte de los ciudadanos, es decir, de su aptitud para asumir decisiones racionales en aquellas esferas en las cuales, en tiempos pasados, dominaba la tradición, la costumbre, o el prestigio y la fuerza de una autoridad exterior. Ello significa que la democracia puede subsistir solamente si se logra un fortalecimiento y una expansión de la personalidad de los individiuos, que los haga dueños de una voluntad y un pensamiento auténticamente propios. Gino Germani (cursivas mías)