Hace tiempo tenía ganas de “descubrir” algún grupo nuevo, desconocido para mí, pero que tuviera un sonido clásico; hace tiempo venía escuchando mucha música de bandas más alternativas, con propuestas musicales muy interesantes, pero realmente necesitaba algo sencillo, tradicional casi. Con Tourist, el segundo disco de los ingleses de Athlete, encontré lo que hasta ahora es lo más cercano a eso: un disco deliciosamente fácil de escuchar, con un sonido que mezcla lo amablemente tradicional y una sutil dosis de innovación y que en verdad resulta un placer al oído. El disco no es una increíble novedad, y quizás a más de alguno le pueda parecer un clon de Coldplay con algunos retoques de Stereophonics, aunque personalmente no veo nada de malo en eso —por supuesto, Athlete no es una mera copia, pero si uno tendría que contarle a alguien cómo son, las referencias serían esas.