Nos dicen — Sí, es simple, vamos analizar la transferencia, ya verán, eso hace que se desvanezca por completo la transferencia. Destaco estos términos, porque no son los míos, sino los que están implícitos en todas las discusiones sobre la transferencia como ascendiente afectivo sobre el sujeto. Considerar que nos diferenciamos de quien se basa en su poder sobre el paciente para hacer admitir la interpretación, o sea que sugiere, porque vamos a analizar este efecto de poder, ¿qué es sino aplazar el problema hasta el infinito? — puesto que desde donde se analizará el hecho de que el sujeto haya aceptado la interpretación, será nuevamente desde la transferencia. No hay ninguna posibilidad de salir por esta vía del círculo infernal de la sugestión. Ahora bien, nosotros suponemos precisamente que algo distinto es posible. Se trata, por lo tanto, de que la transferencia es algo distinto del uso de un poder.
Jacques Lacan, Seminario 5: Las formaciones del inconsciente, p. 436