Cuando en 1966 en los Escritos Lacan celebra su texto de 1952 “Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis” por introducir la cuestión del sujeto en psicoanálisis, este sujeto está fundado en el existencialismo y al mismo tiempo es una ruptura con toda la filosofía de la conciencia. Es que en Sartre la transfacticidad es siempre —creo, en último análisis— solipsista, es siempre del sujeto solo […] y el prójimo en definitiva es siempre introducido de manera secundaria en él […]
En definitiva, aun cuando se haya olvidado a Sartre, se utiliza muy a menudo a Lacan al estilo sartreano: el sujeto no sería más que un objeto […] Y aquí se ve claramente la diferencia con Lacan, en quien el lazo subjetivo con el Otro es por el contrario original, mientras que en Sartre siempre aparece introducido de manera secundaria […] En Lacan el lazo subjetivo con el Otro es originario y no tiene sentido hablar del sujeto lacaniano solo o incluso fascinarse con él si no se posee la noción de que el Otro lo precede
Jacques-Allain Miller, La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica, 2003, p. 215