Bringing Down The Horse es el segundo disco de The Wallflowers, la banda liderada por Jakob Dylan (supongo que sabrán quién es su padre), y por lo que podemos escuchar en este álbum, podríamos afirmar que el talento musical se hereda. Por supuesto, Wallflowers está lejos de ser una banda tributo a Bob Dylan, pero hay algo en ellos que los conecta con el mítico compositor, y es que su sonido es atrevidamente tradicional: un esquema típico para una banda de rock demuestra una vez más que no es necesario reinventar la rueda para crear música de calidad, sino que basta con un par de guitarras, batería, bajo, quizás un órgano, un buen vocalista y mucho talento.

Las canciones del disco no se alejan de este esquema clásico; algunas más lentas, otras más rápidas, lo cierto es que todas ellas tienen un enorme potencial para convertirse en clásicos. La profunda y rasposa voz de Dylan se funde magistralmente entre la música de los instrumentos, generando al unísono distintas texturas expresivas.

Totalmente recomendado.