Probablemente alguna vez algunos de ustedes han bajado algún disco de internet (hey, “el que esté libre de pecado…”) y se han encontrado con más de alguna sorpresa desagradable. Estos consejos o sugerencias no vienen de ningún experto, vienen de un usuario que sabe lo que quiere, y cree que muchos más podrían estar de acuerdo -al menos en parte- con lo que expongo aquí: si van a rippear un disco y ponerlo en internet, preocúpense de la calidad y traten de que cualquiera pueda escucharlo.
- Usen buenos rippeadores. Probablemente el problema más grave y más molesto es encontrarse con una canción llena de saltos y ruido. Para evitar esto, una buena solución es optar por rippeadores buenos, tales como CDex o Exact Audio Copy. El primero de ellos ocupa un método llamado cdparanoia que permite un rippeado de buena calidad, mientras que EAC utiliza sus propias técnicas de extracción de datos desde CD para asegurar resultados prácticamente perfectos.
- Usen codecs “lossy” que sean populares (o mejor aún, usen LAME MP3). Es probable que en este punto algunos puristas del audio hi-fi estarán en desacuerdo conmigo. Bien, están en su derecho, pero creo tener buenas razones para preferir codecs “lossy” (como MP3 u Ogg Vorbis). La primera de ellas tiene que ver con el tamaño de los archivos creados: ni siquiera el mejor de los codecs “lossless” (p. ej: FLAC o APE)puede lograr tamaños tan reducidos comparados con codecs “lossy”. La segunda, tiene que ver con la popularidad de los codecs: sería extremadamente raro alguien que, contando con acceso a un computador o internet, nunca haya escuchado o bajado algún MP3. Los codecs ya vienen instalados en todos los equipos con Windows y Mac, y la oferta de software asociado es gigantesca. Sin embargo, muy pocos conocen formatos como APE o FLAC, pero esto también se podría extender a Ogg, VQF, AAC o MPC, todos ellos codecs “lossy”. Aunque presentan sus ventajas, creo que las desventajas son mayores: además de no ser del todo conocidos, nos encontraremos con situaciones problemáticas en multitud de situaciones, por ejemplo, al tratar de quemar un CD Audio con Nero necesitaremos descargar e instalar un plugin; lo mismo si queremos escuchar estas canciones en un reproductor portátil, pues probablemente no lo soportará, nos veremos obligados a recodificar los archivos, con una consecuente pérdida en la calidad. La tercera razón, asociada precisamente a la calidad, será examinada con más detención en el próximo punto.
- Codifiquen sus archivos en buena calidad (128 Kbps NO ES BUENA CALIDAD). Es verdad, con un codec “lossless” no se produce ni la más mínima pérdida de calidad, pero con codecs como MP3 (especialmente LAME MP3), MPC u Ogg, la pérdida de información es prácticamente imperceptible: a 128 Kbps aún es relativamente fácil detectar pequeñas irregularidades en el sonido, pero para la gran mayoría de las personas, un MP3 entre los 192 y los 224 Kbps suena igual a un CD, mientras que prácticamente nadie es capaz de apreciar las diferencias entre el sonido de un CD y MP3 a 256 o 320 Kbps. Y estamos hablando solamente de MP3 LAME a bitrate constante (CBR). En lo personal, creo que lo ideal es utilizar los presets alternativos de LAME: standard genera archivos VBR alrededor de los 192 Kbps, mientras que extreme hace lo mismo alrededor de los 256 Kbps. Insane crea archivos CBR de 320 Kbps, la máxima calidad disponible en MP3 (personalmente, prefiero el anterior).
En caso de escoger otro codec (Ogg y MPC son buenas opciones), estos valores variarán un poco. Por ejemplo: el formato Ogg siempre produce archivos VBR, y según algunos estudios de equivalencia, un Ogg que promedie 128 Kbps es comparable a un MP3 CBR a 192 Kbps. - Usen metadatos. Fácil. Ocupen las etiquetas para identificar las canciones -las famosas ID3 de MP3 en las que se puede especificar artista, nombre de la canción, album, año, género, etc. Tan sólo tienen que conectarse por algunos segundos a alguna base de datos de CDs y listo. Ahórrennos trabajo.
- Envuelvanlo todo en papel de regalo. Si van a lanzar un disco a través de internet, junten todas las canciones en un archivo ZIP. No hay para qué ocupar algún otro tipo de compresión, ninguno de ellos podrá reducir aún más el tamaño de los archivos, así que complicarse (y complicarnos) utilizando algún otro formato desconocido es… bueno, eso, complicarse de más.
- Pongan sus lanzamientos en RELEASE. Una última indicación, especial para quienes lanzan sus archivos a través de la red de eMule (ED2K): pongan sus lanzamientos en prioridad release o lanzamiento, de esta manera sus archivos se esparcerán más rápidamente a través de la red.